Sigo pensando que aún hay una mínima posibilidad, que una batalla perdida es aquella que se abandona. Que soñar es querer y querer es poder.

Tú nunca lo entenderás

- Le echo de menos... 
- A quién?
- A quién va a ser? A aquel que hace que todas las mañanas me levante con ganas de saber quésorpresa me dará, de verle sonreir. Con ganas de pasar un rato más con él. 
- No resulta cansado? 
- Tú nunca lo entenderás. 
- A qué ha venido ese tono?
- Fácil. Tu vida es un collage de los múltiples libros que forman parte de tu colección. Las horas se convierten en meses y años y el sol, en muchas ocasiones, no se pone nunca. Tu mente cabalga sin freno por las miles de letras que conforman otra de tus ensoñaciones. No eres fiel, en cada libro escoges a un personaje para darle tu corazón sin, probablemente, pedirle nada a cambio. Dormir, comer, son simples actividades que consideras aburridas y estúpidas por robarte tiempo de tu ya no tan ociosa vida literaria. 
- No es cierto que pase toda mi vida leyendo. Te olvidas de mis paseos.
- Claro, paseos. Querrás decir aquellos momentos en los que la soledad y el silencio se convierte en tus amigos inseparables. Horas, óyeme, horas que abandonas al mundo, decides aparcar el móvil y con él, a las personas que conformamos tu día a día. Y si es allí, en tu ciudad, tu amor secreto, ya ni te cuento. 
- También merezco una crítica respecto a ello?
- No, no te confundas. No son críticas, se trata de una descripción de tu vida. Durante todo el año das todo de ti, el 200 por cien, simplemente esperando pasar unos simples días en aquellas playas que tanto amas, sola. Obviamente. Pero dime, qué haras este año que has sido privada de tales placeres?
- Sobreviviré. Pensaré en aquellos paisajes que me roban el aliento, en su gente, su aroma, su vida. Ahogaré mis pensamientos en la que haré mi playa imaginaria y enterraré mis sentimientos bajo un castillo de arena del parque que está cerca de mi casa. El amor y el cariño de mis familiares será cambiado por llamadas y palabras esperanzadoras. Las puestas de sol las veré sentada en mi colina cambiando el azul del mar por el amarillo del trigo. La brisa marina la cambiaré por el viejo ventilador que guardo en el desván mientras que la música del mar será mi medio de transporte hacia allí. Pero me basta. Me basta saber que estará allí siempre esperándome como año tras años hace. 
- Siempre he odiado tus monólogos. No resulta cansado?
- Tú nunca lo entenderás. 

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